Los aceites esenciales en la Aromaterapia son utilizados para obtener equilibrio, bienestar y salud en las distintas situaciones de la vida, gracias a sus múltiples propiedades naturales. Los aceites esenciales tienen un uso curativo y sirven entre otras cosas para liberar el estrés nervioso, aumentar el bienestar y proporcionar vigor y salud. Se han usado en perfumería, cosmética, alimentación, y medicina desde hace mucho tiempo.
La Aromaterapia aprovecha los componentes aromáticos de las plantas, para relajarnos, eliminar el stress, estimularnos y también para aliviar ciertos dolores y molestias corporales.
El uso de aceites esenciales nos aporta bienestar y beneficio tanto en el cuerpo como en la mente. No debemos confundir la psicoaromaterapia con el empleo de los remedios florales de Bach a veces llamados de forma incorrecta Esencias florales, y que no forman parte de la Aromaterapia.
La aromaterapia científica recurre a una metodología muy rigurosa cuya base son los datos científicos sólidos ya confirmados tanto por la clínica como por el laboratorio.
Ahora un poco de historia. En el año 1928, René M. Gottefosse, conocido como el padre de la aromaterapia, publicó un libro en el que contemplaba la posibilidad de que de la inhalación de ciertas fragancias se permitía aliviar estados de angustia y depresión. Podríamos considerar la aromaterapia como una mezcla única de ciencia y arte. Se cree que las antiguas civilizaciones usaban la “aromaterapia” de muchas formas distintas y por muchas razones, como por ejemplo en el masaje, los baños, como medicina e incluso para momificar cuerpos.
El término de aromaterapia proviene del griego aroma, “aroma” y “therapeia”, “atención”, “curación”. Sobretodo actúa a través del olfato y de la piel. Se podría decir que los aceites esenciales actúan a dos niveles. Su gran complejidad a nivel molecular los convierte en un elemento con muchísimas aplicaciones terapéuticas. También actúan sobre el olfato y la propia mente.
Los aceites esenciales se extraen de diferentes partes de la planta y contienen la parte más nutritiva y beneficiosa con una gran concentración. Nos pueden beneficiar en muchas cosas aparte de tener unos deliciosos aromas.
Hay algunos que se extraen de forma sencilla y otros que requieren de procesos mucho más delicados y refinados por ello también son mucho más caros. Otro aspecto que justifica el ser más caros es que para poder extraer unas pocas gotas de la esencia se requieren de grandes cantidades de la planta.
Sus variadas propiedades nos permiten utilizarlos para múltiples cosas por ejemplo para cuidar nuestra piel, y nos aportan soluciones muy eficaces. Tienen un carácter muy volátil y se pueden alterar con suma facilidad por condiciones externas como pueden ser la humedad, luz, temperatura, etc. Todas estos aspectos justifican el elevado precio de los aceites esenciales.